La paleobotánica, rama equivalente a la paleontología vegetal, es una disciplina que estudia restos de plantas fosilizadas en todas sus formas (semillas, hojas, flores, frutos. tallos, leños etc.)

Los paleobotánicos buscan descifrar el sorprendente pasado de la Antártica y del planeta en general

-Al igual que en otras parte de la Tierra, la flora de la Antártica no ha tenido siempre el aspecto ni la composición que hoy conocemos. Su repartición geográfica y su composición han cambiado a través de los tiempos geológicos. Los cambios que ha afectado la flora siguen una dinámica en donde el parámetro mas notable ha sido la aparición y desaparición de grupos vegetales.

- En las islas Shetland del Sur se encuentran testimonios de plantas tanto del Mesozoico ( 240-65 millones de años) como del Cenozoico ( Terciario 65 al presente).

-Son de interés las plantas del Mesozoico por las relaciones geográficas con las otras regiones que conformaban el supercontinente Gondwana y por la comprensión de la evolución de los vegetales. Un gran número de las plantas halladas en la Antártica solo se conocen al estado fósil pero existieron también en otros puntos de la Tierra, con lo cual se infiere que la flora de toda la Tierra era parecida en el Mesozoico.

La flora del Mesozoico de la Península Antártica e islas Shetland del Sur, tiene grupos vegetales y especies muy similares a los que se encuentran en regiones gondwánicas. La flora de la isla Snow, isla Livingston y Bahía Esperanza están relacionadas con la flora de Baquero en Argentina, y con la flora de Kachchh, de la India.








Las Corystospermáceas, familia de plantas que se extinguieron a fines del Cretácico, están bien representadas por diferentes especies de Pachypteris y Dicroidium en Antártica






Las Bennettitales, fueron otro grupo de plantas extintas a fines del Cretácico. En la flora de las islas Snow y Livingston y en la Flora de la Bahía Esperanza son comunes las impresiones de Dictyozamites, Neozamites, Otozamites, Ptilophyllum y Zamites, todas típicas del Mesozoico.

-La flora actual es el resultado de acontecimientos pasados, evolución de la propia vida, evolución del clima, historia geológica del planeta, por esto, son de interés las plantas del Cenozoico encontradas en la Antártica por las conexiones con Sudamérica. Permite conocer la historia y comprender la distribución geográfica de muchas de las especies vegetales actuales que ocupan los bosques australes de nuestro país.

¿Que más sabemos?

El continente antártico tuvo vegetación en todos los periodos geológicos, siendo los últimos vestigios correspondientes al Mioceno - Plioceno (23 - 1.8 millones de años). En las montañas Transantárticas, en estratos del Plioceno, se han hallado restos de Nothofagus, ramas-hojas y polen similares a Lenga que crece en Patagonia y otros parientes del mismo grupo que hoy se encuentran en Tasmania.

La vegetación y los climas estuvieron en armonía. A través de los tiempos geológicos se dieron tanto ambientes con exuberante flora de climas tropicales, cálidos y húmedos. Durante el Paleogeno ( hace 55 millones de años hubo un calentamiento global). Luego de glaciaciones e interglaciales, la Antártica se calentó para luego experimentar durante el Neógeno un enfriamiento continuo las plantas se fueron adaptando a los cambios climáticos pasando a vegetaciones de climas temperado frío, hasta llegar a la condición glacial actual, en donde la vegetación es limitada solo a dos plantas vasculares, a musgos y líquenes

Pruebas irrefutables

Presencia en la isla Rey Jorge, de maderas, polen e impresiones foliares de Coníferas de las familias Araucariáceas y Podocarpáceas desde el Mesozoico, agregándose posteriormente las Cupresáceas. Angiospermas de las familias Acantáceas, Anacardiáceas, Cunnoniáceas, Eucryphiáceas, Fagáceas, Gunneráceas, Icacináceas, Lauráceas, Mirtáceas, Miricáceas, Monimiáceas, Passifloráceas, Proteáceas, Smilacáceas. Sapindáceas, Sterculiáceas, entre otras.

Presencia de improntas de frondes y principalmente esporas de helechos de las familias Aspleniáceas, Cyatheaceas, Dicksoniáceas, Osmudáceas, Gleicheniáceas Lophosoriáceas, Polipodiaceas, Schiaceáceas, entre otras. En las islas Shetland del Sur y península Antártica se han determinado más de 30 especies de esporas de diferentes helechos y Lycopociáceas e impresiones de variados helechos.

Presencia irrefutable en las islas Rey Jorge, Seymour y James Ross, de polen, hojas y madera del género Nothofagus - ancestros de robles, coigües y lengas. Este género se habría probablemente originado tempranamente en la Antártica, en el Cretácico Superior ( Santoniano-Campaniano ; 80-70 millones de años).






Hojas de Nothofagus son comunes en la isla Rey Jorge. En Cerro Fósil es una de las especies más comunes junto con helechos e impresiones de Podocarpáceas.

En la Antártica, el género Nothofagus, se desarrolló y diversificó en un clima cálido y húmedo. A fines del Eoceno, estos robles y coigües ancestrales se habrían adaptado a los cambios producidos por los eventos tectónicos y expansión de los fondos oceánicos, consecuentemente a los cambios climáticos a las glaciaciones y los períodos interglaciales ocurridos en la Antártica, durante el transcurso del Terciario (Paleógeno y Neógeno). La separación definitiva del continente Antártico de Sudamérica y de Australia aisló la Antártica y abrió paso a una corriente oceánica que refrigeró el polo - abertura de paso de Drake, corriente de Humbolt- con lo cual, los bosques últimos que crecieron en la Antártica habrían sido similares a los bosques actuales del tipo Lenga y coigüe, de la zona más austral de Chile. Los hallazgos de fósiles vegetales en el Plioceno testimonian estos acontecimientos.