
Ultimo continente descubierto, la Antártica tiene condiciones climáticas extremas. Masas de hielo acumuladas en millones de años. Vientos de mas de 300 Km/ hora. Temperaturas medias anuales de –10 ° C en las costas, a –55° C en el interior, cerca del polo. Seis meses de luz durante el verano y seis meses de penumbra durante el solsticio de invierno hacen que este continente sea inhóspito para el desarrollo de la vida vegetal
Considerada como un infierno frío para algunos es sin embargo el paraíso sin equivalentes para los
científicos. Geólogos, Paleontólogos, Meteorólogos, Biólogos, Glaciólogos, Médicos Fisiólogos, Astrónomos
, Físicos y muchos otros interesados en la ciencia quienes han encontrado en la Antártica un laboratorio
natural planetario. En efecto, por su posición geográfica, una atmósfera libre de polución, un sol
permanente en el verano y por ser el principal punto frío y el más grande reservorio de agua dulce
del planeta, tiene cualidades que lo hacen inigualable para la ciencia, el arte y el turismo.
Actualmente hay en la Antártica unas 70 bases de investigación de las cuales 7 son chilenas. Están situadas en las islas Shetland del Sur y en la península antártica. Científicos chilenos y personal de apoyo se congregan en el verano en la isla Rey Jorge, península Fildes, localidad donde Chile tiene sus dependencias y base científica más importantes "Base Profesor Julio Escudero" , del Instituto Antártico Chileno. Desde acá se coordinan las diferentes investigaciones en las áreas libres de hielo y enseñarnos los misterios que el continente polar encierra.
Foto aérea tomada por L. Galleguillos, de la península Fildes, en la isla Rey Jorge, localidad en que Chile tiene sus mayores dependencias: Base Julio Escudero del Instituto Antático Chileno; Villa Las Estrellas de la Fuerza Aérea; Capitanía de Puerto de la Armada de Chile. Pista de aterrizaje de la Dirección Aeronáutica y Fuerza Aérea de Chile.
Bosques húmedos y vegetación exuberante en el pasado.
La Antártica ha sido señalada como el desierto más frío y más inhóspito de la Tierra, varias de
sus montañas tienen más de 4000 metros altura en las montañas Transantárticas y el espesor de
la capa de hielo es de 2 kilómetros en promedio. Solo el 2% de su superficie está libre de hielo
y por consecuencia, la vida vegetal terrestre esta poco desarrollada. Unas 350 especies de líquenes,
70 especies de musgos y hepáticas y sólo dos plantas vasculares superiores Clavelito
antártico (Colobanthus quitensis) y el Pasto antártico (Deschampsia antarctica) Graminea de la familia
de las Poaceae, han logrado sobrevivir en un medio ambiente semejante.
Los datos geológicos y paleontológicos permiten afirmar que el clima polar actual no existió siempre sobre ese continente. Esto que hoy conocemos corresponde a un breve período de la historia geológica de la Antártica. Este acierto, se evidencia, entre otros argumentos, por el descubrimiento de plantas fósiles
En efecto, en lugares diversos del continente helado y en las islas adyacentes a la Península Antártica se han encontrado impresiones de hojas, madera, polen y esporas fósiles que testimonian la presencia de vegetación en los diferentes períodos geológicos. Estos fósiles, puestos en evidencia por la erosión o los deshielos, aparecen como testigos de una vegetación exuberante hoy desaparecida en la Antártica y nos permiten descifrar el pasado de este gélido continente. Sus estudios contribuyen a comprender la evolución y la distribución de las plantas actuales. Muchos de los ancestros de los árboles que hoy encontramos en nuestros bosques pudieron originarse en la Antártica. Otras especies utilizaron este continente como una ruta migratoria de dispersión.
En el Mesozoico (240-65 millones años atrás) cuando la Antártica era la parte central del Gondwana existían grandes bosques de coníferas, pterisdospermales, cycadales, caytoniales, ginkgoales, equisetales, licopodios y variados helechos. Muchas de estas plantas hoy están extintas.
Desplazamiento de los continentes y posición de la Antártica en las diferentes Eras geológicas. A fines del Paleozoico las masas continentales estaban reunidas en el supercontinete Pangea, durante el Mesozoico comenzó a subdividirse en Laurasia y Gondwana, para continuar la separación durante todo el Cenozoico
En la era Cenozoica (65 millones atrás al presente) existieron bosques similares a los que crecen actualmente en el Sur de Chile. Los antecedentes obtenidos ofrecen abundante información sobre la historia geológica de la Antártica, su conexión con Sudamérica y las condiciones ecológicas y climáticas existentes en épocas pretéritas. Todos estos datos se obtienen gracias a los estudios sobre historia del planeta, que involucra la geología y la paleontología vegetal o paleobotánica.
